El Blog de Hugo Torrijos Dajer

Una reflexión sobre la logística en Panamá

Siempre recomiendo leer a Tom Peters. Escritor especializado en liderazgo, ha publicado 50 libros e infinidad de artículos. Recuerdo, en uno de sus artículos sobre logística publicados en fastcompany.com, una frase referida a la logística militar que jamás olvidaré: 

«Los líderes ganan a través de la logística. Visión, claro. Estrategia, por supuesto. Pero cuando vas a la guerra, necesitas tener tanto papel higiénico como balas en el lugar y el momento adecuados. En otras palabras, debes ganar a través de una logística superior».

Nuestro país merece una logística mejor

Si me sigues, habrás visto alguna publicación mía algo crítica con el estado de las vías de transporte de Panamá. Y eso es solo la punta del iceberg. Diría que ese es el talón de Aquiles de nuestro sistema logístico.

Los problemas logísticos de Panamá son un obstáculo para el desarrollo económico sostenible y la competitividad nacional. 

La falta de inversión en infraestructura, la burocracia, la falta de coordinación entre instituciones públicas, la escasez de mano de obra calificada y la falta de conciencia política son desafíos que deben abordarse con urgencia. 

Las inversiones estratégicas, la agilización de los procesos GUBERNAMENTALES  y el impulso de la formación de profesionales son fundamentales. 

Estrategia Logística Nacional de Panamá

Hace poco, estuve revisando la Estrategia logística Nacional 2030 con horizonte 2023, pero realizado en 2015, cinco años antes del “terremoto Covid” que ha venido a cambiar muchas predicciones. 

Lanzada como un proyecto ambicioso y un «proyecto nacional», la Estrategia Logística nacional 2030 de Panamá ha sido criticada y cuestionada a lo largo de su implementación.

A título personal, no pienso que la Estrategia Logística de Panamá fuera un total fracaso, pero sí veo que no es admisible cumplir objetivos en 10 años por la falta de inversión pública y la política de subsidios y malversaciones de fondos.

A pesar de los bienintencionados objetivos, como convertir el centro portuario en un centro logístico, la realidad es que esta estrategia enfrenta múltiples obstáculos y deja un sabor agridulce en el panorama logístico de Panamá.

Uno de los principales problemas de esta estrategia es la falta de un gran consenso país y la participación activa real de todos los organismos logísticos. Si bien se anunció como una alianza público-privada, en la práctica hubo falta de consistencia y coordinación entre los diferentes actores involucrados. Esta falta de unidad dificultó la implementación efectiva de la estrategia y creó una sensación de insatisfacción y división en el sector logístico.

A pesar del énfasis en la importancia de transformar a Panamá en un centro logístico, la realidad es que el país aún enfrenta grandes desafíos para lograr este objetivo. La infraestructura logística sigue siendo deficiente, con puertos y carreteras congestionados y una falta de inversión adecuada. La burocracia y los procedimientos gubernamentales engorrosos continúan afectando la eficiencia comercial y la competitividad de Panamá en el escenario internacional.

Otro aspecto clave es la falta de integración logística nacional. A pesar de la mención de la necesidad de desplegar las implicaciones de la estrategia de centros logísticos en todo el país, la realidad es que existen grandes brechas en la intralogística. Muchas regiones de Panamá no se han beneficiado equitativamente de la inversión y los avances logísticos, generando desigualdad y limitando el verdadero potencial del país.

La velocidad de implementación también fue motivo de preocupación. Si bien se reconoce la urgente necesidad de implementar las estrategias, la realidad es que existe una falta de agilidad en la toma de decisiones y la entrega de proyectos importantes. Esto permitió que otros competidores internacionales se movieran más rápido, amenazando la posición de Panamá como un actor logístico líder en la región.

Eso tiene que cambiar con urgencia, de ahí mi candidatura a presidir el COEL 

El próximo miércoles 14 de junio tendrán lugar las elecciones para elegir nueva presidencia de COEL, El Consejo Empresarial Logístico de Panamá. 

Presento mi candidatura evolucionista, ya que pienso que se le puede dar un impulso a la acción de COEL para mejorar el sector logístico y no limitar el crecimiento económico del país.

Panamá se enfrenta a desafíos en infraestructura y trámites de entidades públicas que son burocráticos, anticuados y engorrosos. Estos obstáculos afectan negativamente toda la cadena logística del país, lo que aumenta el costo del operador logístico y, a su vez, incrementa el costo para el usuario final. Además, esto perjudica la competitividad de Panamá frente al resto del mundo. Las entidades públicas de Panamá operan de forma desconectada entre sí en términos de eficiencia logística, sin una integración de procesos.

Por si eso fuera poco, afecta su competitividad y capacidad de atraer inversiones. COEL, como representante del sector logístico, puede liderar reformas y promover cambios para impulsar la competitividad.

Estoy convencido de que COEL puede asumir un mejor papel de liderazgo, trabajar proactivamente para lograr mejoras del gobierno y proponer soluciones concretas para superar los obstáculos existentes. 

Tres puntos para lograr mayor peso de COEL en el futuro

Mi programa para presidir COEL se apoya en tres puntos:

1 Relevancia política del COEL

Veo que la actual Presidencia ha hecho un buen trabajo, pero sin excelentes resultados. Soy empresario y persigo las relaciones, pero también me interesan los resultados. Principalmente, porque beneficiarán a todos en Panamá. 

El propio presidente de COEL reconoció recientemente una disminución en los ingresos por logística de envíos durante el primer cuatrimestre del año, y tenemos que afrontarlo y evitar que vuelva a ocurrir. 

La relevancia del COEL no consiste en lograr más reuniones con el Gobierno de Panamá. Significa lograr resultados, invertir más para que Panamá pueda competir con los países de su entorno en los negocios marítimos y terrestres, y para que sus ciudadanos se beneficien de una distribución más rápida y económicamente eficiente. 

2 Mejorar las inversiones del Gobierno en logística 

Mi obsesión es explicar a los máximos representantes políticos del sector empresarial panameño el retorno que tendría invertir agresivamente en logística. Y eso requiere luchar contra la burocracia. 

El presidente de la Cámara de Comercio Industria y Agricultura de Panamá (CCIAP), Adolfo Fábrega, lo reconocía recientemente en el diario La Prensa: «Eliminar la burocracia y la discrecionalidad es fundamental para estimular el sector logístico panameño que genera anualmente 11,400 millones de dólares”

3 Mejorar la representación del sector logístico en los diferentes sectores 

Como representante de ARPA, siento que algunos sectores dentro de la Logística no están adecuadamente representados dentro del COEL. Y quiero mejorar este nivel de equidad para que ningún sector o sección se sienta desatendido en el Consejo Empresarial Logístico de Panamá.

Contra involución, evolución

Ser empresario me ha enseñado que el conformismo supone la muerte agónica de cualquier organización. 

Nos tenemos que mover tan rápidamente como el mundo si no queremos perder competitividad, y no dar por bueno un documento con frontera 2030, creado antes de la pandemia y con las deficiencias antes comentadas. 

Y recordemos que lo contrario de cambio, de evolución, es involución, es ir hacia atrás. 

Estoy convencido de que el sector logístico necesita una representación activa y comprometida para aprovechar plenamente el potencial del país como centro logístico, y que COEL debe abogar por un entorno logístico más competitivo y eficiente en Panamá.

Volviendo a la frase de Tom Peters, no podemos tener exceso de munición y no disponer de papel higiénico, de armas o de ingenieros. En logística no gana el más fuerte, sino el que dispone de lo necesario. Y ese será mi Norte.